Muchas veces nos llenamos
de objetos y productos que
en realidad no necesitamos.
El minimalismo, aplicado
al consumo, plantea que
se debe comprar lo que
realmente se necesita.
Eso nos permitirá ahorrar
dinero y gastar menos
en mantenimiento de cosas
que no necesitamos.
Coteja los precios existentes en el mercado
del mismo producto y quédate con el que de
mejor manera satisfaga tus necesidades.
Haz un balance de costo-beneficio para ver si
estás optando por la mejor opción. Coteja los
precios en el mercado del mismo producto
y quédate con la que mejor satisfaga
tus necesidades.
Además de tu cuenta de monetarios, es importante
que abras una cuenta de ahorros que todos los
meses te genere intereses. Recuerda que el que
guarda siempre tiene.
Los fines de semana hay muchas cosas que
puedes hacer y que no te reportarán un gasto.
Seguramente ya tienes una capacidad instalada
para usar tu tiempo libre. Úsala y el dinero que
no gastaste saliendo a pasear o divertirte ahórralo.
Suena contradictorio pero es la verdad. Por
ejemplo, invertir en la renovación de una red
eléctrica vieja te puede significar un ahorro
importante en el consumo de energía. “Gastar”
en mantener tu carro en óptimas condiciones
te puede evitar grandes dolores de cabeza
y un ahorro a futuro.
Los pequeños gastos que haces sin darte
cuenta pueden ser mortales para mantener
un presupuesto equilibrado. Un heladito por aquí,
un cafecito por allá, un pastelito más acá implican
un drenaje permanente de tus recursos. Saca una
lista de esos pequeños gastos, analízala
y te darás cuenta que en un mes gastas más
de lo que te imaginabas.
Comprar en el trabajo puede
resultar caro y poco saludable. Llevar
almuerzo hecho en casa te permitirá
ahorrar dinero y tener una dieta más
balanceada. Haz la cuenta de cuánto
gastas semanalmente en eso y cuánto
puedes ahorrar llevando la comida
de tu casa.
Muchas veces nos llenamos de objetos y productos que en realidad no necesitamos. El minimalismo, aplicado al consumo, plantea que se debe comprar lo que realmente se necesita. Eso nos permitirá ahorrar dinero y gastar menos en mantenimiento de cosas que no necesitamos.
Coteja los precios existentes en el mercado del mismo producto y quédate con el que de mejor manera satisfaga tus necesidades. Haz un balance de costo-beneficio para ver si estás optando por la mejor opción. Coteja los precios en el mercado del mismo producto y quédate con la que mejor satisfaga tus necesidades.
Además de tu cuenta de monetarios, es importante que abras una cuenta de ahorros que todos los meses te genere intereses. Recuerda que el que guarda siempre tiene.
Comprar en el trabajo puede resultar caro y poco saludable. Llevar almuerzo hecho en casa te permitirá ahorrar dinero y tener una dieta más balanceada. Haz la cuenta de cuánto gastas semanalmente en eso y cuánto puedes ahorrar llevando la comida de tu casa.
Reciclar no solo es bueno para el ambiente, también lo es para tu bolsillo. Hay productos que tienen una amplia gama de opciones de uso, si te pones creativo puedes descubrir que reciclarlos para usos diferentes para los que fueron hechos te puede significar un importante ahorro de dinero.
Los fines de semana hay muchas cosas que puedes hacer y que no te reportarán un gasto. Seguramente ya tienes una capacidad instalada para usar tu tiempo libre. Úsala y el dinero que no gastaste saliendo a pasear o divertirte ahórralo.
Los pequeños gastos que haces sin darte cuenta pueden ser mortales para mantener un presupuesto equilibrado. Un heladito por aquí, un cafecito por allá, un pastelito más acá implican un drenaje permanente de tus recursos. Saca una lista de esos pequeños gastos, analízala y te darás cuenta que en un mes gastas más de lo que te imaginabas.
Suena contradictorio pero es la verdad. Por ejemplo, invertir en la renovación de una red eléctrica vieja te puede significar un ahorro importante en el consumo de energía. “Gastar” en mantener tu carro en óptimas condiciones te puede evitar grandes dolores de cabeza y un ahorro a futuro.
Ordenadas tus finanzas debes dar el siguiente paso: ahorrar. Para poder ahorrar, un consejo práctico es que sigas la regla 50/30/20. Esto quiere decir que el 50% de tus ingresos lo debes destinar al gasto indispensable, consignados en el presupuesto como gastos fijos y corrientes. El 30% debe ser destinado a gastos prescindibles u ocasionales y el 20% para ahorrar.
Pero si terminado el mes solo puedes ahorrar un 10% de tu ingreso no importa, lo importante es empezar. Poco a poco puedes ir afinando tus gastos o aumentando tus ingresos, de manera que cada vez ahorres más.
Otra opción es que dentro de tus metas esté iniciar un emprendimiento y que el dinero ahorrado te sirva de capital semilla (busca en esta edición: ¿Cómo generar más dinero?).
Otra manera de prever tu futuro es plantearte la posibilidad de comprar casa o apartamento propio, de manera que no pases años pagando una renta. También puedes evaluar pagar un seguro médico o empezar a construir tu fondo de retiro. Atrás de todo esto hay un hecho muy importante: debes darle un valor adecuado al dinero que ganas, sea cual sea el origen de este. Recuerda, en el tema financiero tú puedes decidir si tu futuro empieza hoy.